sábado, 13 de septiembre de 2008

Entre estas olas vengo y voy...me muevo a su voluntad. El mareo me está matando. La corriente me lleva, lejos del inicio. Detrás de mis párpados entreabietos se esconden mil secretos, llenos de polvo, de colores opacos que me susurran al oído impidiéndome dormir. Detrás de mis orejas viven infinidad de olores de mi niñez, de mi pubertad y adolescencia, de gente conocida, y extraña tambien. Cierro los ojos y me veo oliéndo lo que ha sido mi vida. Entre cada mechón de mi cabello viven mil miradas persiguiéndome, buscando un descanso, buscando verse en mis ojos. Mi egoísmo llega al punto en que mi iris explota, iluminando de colores mi alrededor y fundiéndose en mi piel. Tanto pensé no ser asi, que en esto me he convertido, en un ser sin escrúpulos, sucio, débil, el cual sólo quiere que lo lleve la marea de las situaciones, de las miradas, de las voces, pero sobre todo, de los olores. Parece que huele a podrido aquí...