lunes, 11 de octubre de 2010

PIES MOJADOS



"Algunas veces los recuerdos sonríen, lloran, carcajean, sufren, y otras tantas empapan.."

Y mis pies siguieron una sutil línea de cigarrillo. En ese entonces, era como si ellos mismos fueran mis ojos, mi nariz, y mis manos. No tenía control sobre ellos, pero ellos sobre mí sí. Caminé, troté, corrí durante un tiempo parecido a la caída de la última hoja de otoño donde el viento juega con ella y la abraza hasta que caen, finalmente, en brazos del otro. Lejanas melodías se acercan a mí con cada paso que doy. Las he escuchado en algún lugar, estoy segura de eso, pero, ¿en dónde?, ¿en el trabajo, ¿en casa de mis padres?, o tal vez, en alguna ventana abierta por donde suelo caminar en las mañanas. Ya no siento las corrientes de aire en mi cara, creo que ha parado la caminata. Recuerdos, recuerdos, recuerdos por doquier. Es como un carrusel. Con cada nueva vuelta, una nueva imagen aparece. Una gota resbala por mi frente hasta formarse una solitaria lagrimilla recorriendo mi pálida mejilla y dejando su marca en mi piel. Mis pies se sienten mojados de una lluvia de memorias...

Dedicado a Karla Juliana Carreón Tapia
por Gabriela Solis Gómez