Se empieza a rumorar que vuelves.

Que vuelves para nunca regresar,

y que vuelves para no estar.

No quiero sentirte otra vez,

no quiero despertar en madrugada

y escuchar el silencio de tu nombre

gritando a mi oído.

No quiero volver a ver tus ojos,

tus ojos como llanto sin lágrimas

tan tibios del frío,

donde mi rostro se asoma.

No quiero hecharte mi carne otra vez

y sentir tu piel en mi piel,

en noches tristes de cansancio

las noches frescas de tu aliento.

No quiero tener que vomitarte

para luego seguir el festín hecho de ti

hecho de mi, hecho de ambos

hecho de nuestra necesidad de piel.

Tampoco quiero escuchar tu voz,

tu voz silente color esmeralda

la voz que me enamoró

la que me mató sin tener que decir nada

mientras el viento escuchaba lo que no hablábamos.

Se rumora que en camino vienes,

pero yo me he desvanecido.

Me voy para quedarme donde me quedé

me voy para regresar,

me voy para estar.

No quiero sentirte otra vez,

no quiero despertar en mañanas,

y verte y no verte

y saber que te has ido de nuevo,

para que después se rumore que vuelves,

Que vueles para nunca regresar,

Para no estar...