lunes, 24 de agosto de 2009

A veces es bueno...

Ahora soy irreal,
sí, como escuchaste.
Mi mente está atrapada en una espiral multicolor
La secuela de tu ausencia lo hizo,
entre espasmos y calambres del corazón.
Mis pies no llegan a tocar las piedras que en el suelo pernoctan,
tras un día de estar tan rígidas, suaves.
Yo, entre pastizales,
como sangrando colores vivos,
los colores de tu huída, sigilosa.
Me dueles y nos dolemos.
Esta metamorfósis de vida cada vez nos duele más.
En el caudal que descansa mi inconsciente,
empieza su evolución.
Mis pies van desapareciendo,
no caminaré.
No porque no quiera,
sino porque a veces es bueno volar.

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